Boris Vian, navegante del mundo

Que los años terminados en “9” suelen ser años agitados, no seré el primero en comentarlo. En 1919 se crea la Sociedad de Naciones, embrión de la actual Naciones Unidas. Diez años más tarde se produce el derrumbe de Wall Street. En 1939 estalló la II Guerra Mundial, en 1949 se crea la OTAN. En 1959 tiene lugar la Revolución Cubana. Diez años más tarde el hombre llega a la Luna. En 1979 triunfa la Revolución Islámica de Jomeini y Margaret Thatcher llega al poder. En 1989 comienza el derrumbe del llamado bloque socialista con la caída del Muro de Berlín el 9 de noviembre, y del apartheid sudafricano; se produce la matanza de Tiananmen y se hace posible el uso masivo de Internet. En 1999 se inicia un proceso singular y desconocido hasta la fecha con la llegada de Hugo Chávez al poder, desencadenando cambios inauditos en la América Latina actual. En el año en que estamos se ocasiona una crisis económica a nivel planetario que los llamados expertos, léase FMI y OCDE, no supieron prever y se produce la elección en Estados Unidos del primer mandatario de ascendencia afroamericana Barack Hussein Obama.

En los años acabados en ese guarismo también se producen acontecimientos claves en el ámbito de la cultura, pero hay dos ineludibles a recordar: un 9 de junio de 1969 fallece un músico de inmenso talento pionero en lo que posteriormente conoceríamos como world music: Brian Jones genio multi-instrumentista, excéntrico, guapo, millonario, enemistado por un lío de faldas con Keith Richards, cuya muerte, cuarenta años después, sigue llena de incertidumbres y abierta a todo tipo de polémicas. Corta existencia repleta de vivencias y polémicas que convirtieron al ex Rolling Stone en mito y leyenda, acrecentada por su expulsión del grupo poco tiempo antes de fallecer.