Pluralidad musical y estética para romper muros
La cooperación internacional es una de las señas de identidad de PIRINEOS SUR. La apuesta por la diversidad cultural se ha ido incrementación con la puesta en marcha y desarrollo de determinadas propuestas que por un lado permitan visualizar las escenas emergentes de los países elegidos y por otro ayudar a la consolidación y profesionalización de determinados espacios que pueden muestran esas realidades. Este tipo de acciones han contado desde el principio con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación al Desarrollo (AECID) dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.
El pasado año Banlieue Rythme de Dakar fue el festival elegido para poner en marcha este tipo de iniciativas que este año ha continuado con el festival senegalés y L’Boulevard de Casablanca (Marruecos).
En la noche del sábado se presentaba la primera de las actividades coproducidas con el festival magrebí. “Casser le mur / Romper el muro” es el título elegido. El espectáculo cuenta con la participación de los componentes de Biella Nuei, grupo sobradamente conocido en la escena neo-folk nacional y cinco de los músicos con más talento de la música actual marroquí; Foulane Bouchcin, Khalid el Barkaoui, Badre Belhachemi, Hicham Bajjou, Mood Dj y Oum son los integrantes procedentes del país vecino que han elegido el nombre de Azawan como marca colectiva, a todos ellos se ha unido Javier Paxariño uno de nuestros músicos con más talento, participante en alguna de las propuestas más interesantes surgidas en nuestro país relacionadas con este tipo de músicas (Radio Tarifa, Tribus Hispanas…).
Desde el primer momento se evidencia que los artistas están disfrutando con su trabajo, lo transmiten con claridad. Se percibe que los problemas surgidos por las dificultades existentes (idiomas, estilos musicales, lejanías geográficas…) se han superado por la calidad de los integrantes y el compromiso por sacar adelante un proyecto de estas características, para nada fácil de desarrollar.
Luis Miguel Bajén, líder de Biella Nuei, transmite con entusiasmo la naturaleza del proyecto. A su lado la marroquí Oum, cuya participación en la edición del año pasado en el festival no pudo realizarse por su reciente maternidad, engrandece la escena por su manera de interpretar y atreverse con todos los palos musicales, desde los más tradicionales a los más actuales, incluso se atreve a cantar en castellano. Junto a ellos unos músicos magníficos que eleva la altura de un espectáculo que pretende mostrar la diversidad de la manera más amplia consiguiéndolo en muchos momentos con auténtica maestría y brillantez.
Noventa minutos para bailar y disfrutar. El numerosísimo público asistente lo agradece. De la canción más tradicional a la electrónica con un jovencísimo DJ Mood a los platos que hace que el espacio escénico se convierta en una especie de gran rave. Recorrido musical muy amplio que pone de manifiesto la voluntad conjunta de colaboración e implicación. Un proyecto de enormes posibilidades alejado de ensamblajes artificiales de efímera duración.
Con anterioridad han subido al Auditorio Natural de Lanuza dos bandas imprescindibles de las músicas actuales de Marruecos. Junto a Lemchaheb formaban el triunvirato que abrió las puertas a lo que se conoció en los años setenta como nueva ola de la música marroquí. Jil Jilala fueron los primeros en subir a escena. Un espectáculo de voces y percusiones que nos mostraban los registros más tradicionales con arreglos actuales alejándose del reggae y el raï, derroteros en los que se embarcaron en los años ochenta.
Alrededor de las once de la noche tomaba el relevo los rollings stones africanos como definió Martin Scorsese a Nass El Ghiwane. Fueron los grandes revolucionarios de la música de su país, se atrevieron con temas (corrupción, violencia…) que en su momento eran muy peligroso de afrontar con un planteamiento renovador de sus bases tradicionales. Un concierto muy atractivo que todos los espectadores siguieron con el mayor de los respetos y admiración, por parte del público marroquí y con la mayor curiosidad por parte de aquellos espectadores que acababan de descubrirles.
Noche con el marchamo propio de PIRINEOS SUR. Músicas tradicionales y actuales. Varias generaciones representando los estilos más diversos que hicieron disfrutar a los asistentes que agradecieron con entusiasmo que este tipo de iniciativas puedan seguir adelante.
El pasado año Banlieue Rythme de Dakar fue el festival elegido para poner en marcha este tipo de iniciativas que este año ha continuado con el festival senegalés y L’Boulevard de Casablanca (Marruecos).
En la noche del sábado se presentaba la primera de las actividades coproducidas con el festival magrebí. “Casser le mur / Romper el muro” es el título elegido. El espectáculo cuenta con la participación de los componentes de Biella Nuei, grupo sobradamente conocido en la escena neo-folk nacional y cinco de los músicos con más talento de la música actual marroquí; Foulane Bouchcin, Khalid el Barkaoui, Badre Belhachemi, Hicham Bajjou, Mood Dj y Oum son los integrantes procedentes del país vecino que han elegido el nombre de Azawan como marca colectiva, a todos ellos se ha unido Javier Paxariño uno de nuestros músicos con más talento, participante en alguna de las propuestas más interesantes surgidas en nuestro país relacionadas con este tipo de músicas (Radio Tarifa, Tribus Hispanas…).
Desde el primer momento se evidencia que los artistas están disfrutando con su trabajo, lo transmiten con claridad. Se percibe que los problemas surgidos por las dificultades existentes (idiomas, estilos musicales, lejanías geográficas…) se han superado por la calidad de los integrantes y el compromiso por sacar adelante un proyecto de estas características, para nada fácil de desarrollar.
Luis Miguel Bajén, líder de Biella Nuei, transmite con entusiasmo la naturaleza del proyecto. A su lado la marroquí Oum, cuya participación en la edición del año pasado en el festival no pudo realizarse por su reciente maternidad, engrandece la escena por su manera de interpretar y atreverse con todos los palos musicales, desde los más tradicionales a los más actuales, incluso se atreve a cantar en castellano. Junto a ellos unos músicos magníficos que eleva la altura de un espectáculo que pretende mostrar la diversidad de la manera más amplia consiguiéndolo en muchos momentos con auténtica maestría y brillantez.
Noventa minutos para bailar y disfrutar. El numerosísimo público asistente lo agradece. De la canción más tradicional a la electrónica con un jovencísimo DJ Mood a los platos que hace que el espacio escénico se convierta en una especie de gran rave. Recorrido musical muy amplio que pone de manifiesto la voluntad conjunta de colaboración e implicación. Un proyecto de enormes posibilidades alejado de ensamblajes artificiales de efímera duración.
Con anterioridad han subido al Auditorio Natural de Lanuza dos bandas imprescindibles de las músicas actuales de Marruecos. Junto a Lemchaheb formaban el triunvirato que abrió las puertas a lo que se conoció en los años setenta como nueva ola de la música marroquí. Jil Jilala fueron los primeros en subir a escena. Un espectáculo de voces y percusiones que nos mostraban los registros más tradicionales con arreglos actuales alejándose del reggae y el raï, derroteros en los que se embarcaron en los años ochenta.
Alrededor de las once de la noche tomaba el relevo los rollings stones africanos como definió Martin Scorsese a Nass El Ghiwane. Fueron los grandes revolucionarios de la música de su país, se atrevieron con temas (corrupción, violencia…) que en su momento eran muy peligroso de afrontar con un planteamiento renovador de sus bases tradicionales. Un concierto muy atractivo que todos los espectadores siguieron con el mayor de los respetos y admiración, por parte del público marroquí y con la mayor curiosidad por parte de aquellos espectadores que acababan de descubrirles.
Noche con el marchamo propio de PIRINEOS SUR. Músicas tradicionales y actuales. Varias generaciones representando los estilos más diversos que hicieron disfrutar a los asistentes que agradecieron con entusiasmo que este tipo de iniciativas puedan seguir adelante.
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