Noche notable y sobresaliente artístico, características de la tercera jornada de Pirineos Sur
La noche prometía. Las dos primeras jornadas del Festival contaron con protagonistas con un muy alto nivel artístico que cautivaron al público asistente la única queja que se podría achacar, quizás, fuera las bajas temperaturas padecidas. El cartel previsto prometía. Una visión del Atlántico Negro desde las dos orillas: Estados Unidos y Suecia. Dos maneras de concebir las músicas actuales con miradas contrapuestas. La temperatura ascendió una quincena de grados notándose en el ambiente. Poco a poco el público fue llegando a las nuevas instalaciones del Auditorio Natural de Lanuza que registró una entrada muy superior a la prevista por la organización-
No había anochecido del todo cuando sonaban los primeros acordes de Cirkus Featuring Neneh Cherry. Bastaron muy pocos minutos para comprender que este circo musical iba a revolucionar a los exploradores de nuevos registros sonoros. “Laylow” (2006) es el título de su primer disco y fue la canción elegida para abrir la noche. Debut discográfico en un minúsculo sello discográfico que pese a la mínima promoción realizada poco a poco ha ido prendiendo en las mentes musicales más inquietas. Neneh Cherry es su imagen carismática, dentro y fuera del escenario. La antigua componente de The Slits, la banda más emblemática del punk femenino de los setenta, cautiva con su presencia y su manera de interpretar. Pero no es solo ella. A su lado Matt Karmil, más conocido como Cameron McVey, responsable de unas bases musicales que constituyen las arterias y el corazón del grupo. Es uno de los grandes responsables del desarrollo de Bristol Sound y productor de algunas de sus bandas más reconocidas: Massive Attack, Tricky, Sugarbabes y Portishead. Junto a ellos Lolita Moon, a los teclados que se atreve a ser la voz principal en algunos de los temas, Liam Hutton, Mark Nicholls y Burt Ford. Música envolvente, atmosférica, vaporosa con guiños al hip-hop, dub y soul. Una docena de temas que deleitaron e hicieron disfrutar a una buena legión de bailadores incondicionales.
No había anochecido del todo cuando sonaban los primeros acordes de Cirkus Featuring Neneh Cherry. Bastaron muy pocos minutos para comprender que este circo musical iba a revolucionar a los exploradores de nuevos registros sonoros. “Laylow” (2006) es el título de su primer disco y fue la canción elegida para abrir la noche. Debut discográfico en un minúsculo sello discográfico que pese a la mínima promoción realizada poco a poco ha ido prendiendo en las mentes musicales más inquietas. Neneh Cherry es su imagen carismática, dentro y fuera del escenario. La antigua componente de The Slits, la banda más emblemática del punk femenino de los setenta, cautiva con su presencia y su manera de interpretar. Pero no es solo ella. A su lado Matt Karmil, más conocido como Cameron McVey, responsable de unas bases musicales que constituyen las arterias y el corazón del grupo. Es uno de los grandes responsables del desarrollo de Bristol Sound y productor de algunas de sus bandas más reconocidas: Massive Attack, Tricky, Sugarbabes y Portishead. Junto a ellos Lolita Moon, a los teclados que se atreve a ser la voz principal en algunos de los temas, Liam Hutton, Mark Nicholls y Burt Ford. Música envolvente, atmosférica, vaporosa con guiños al hip-hop, dub y soul. Una docena de temas que deleitaron e hicieron disfrutar a una buena legión de bailadores incondicionales.
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