"Ultravirales" un texto de Daniel Bernabé referente a la entrada anterior
Tras subir la entrada anterior Fernando Cuadrado, gestor cultural también,
me pasa este enlace que parece oportuno incluir
Ultravirales
un texto de Daniel Bernabé de lo más interesante sobre la entrada anterior
y lo que se esconden detrás de algunas crónicas y opiniones.
“Las redes sociales
son a veces un buen termómetro para calcular diferentes parámetros que afectan
a sus usuarios. Entre otros revelan la penetración de ideas de la ultraderecha
bajo diversos camuflajes, el nivel escasamente crítico de muchos lectores y su incapacidad
para utilizar internet como una herramienta de validación informativa.
Empiezo a ver con
curiosidad cómo un enlace es compartido por varios de mis contactos. Es un
artículo que habla de la crisis a raíz de la visita de Angela Merkel a España
el pasado 6 de septiembre. Se presenta con el siguiente título: El ignorado articulo publicado
en Alemania sobre la situación real de España.
El título
ya nos empieza a dar una de las claves. Se capta la atención del lector
aludiendo a una extraña censura de todos los medios españoles, indiferentemente
de su criterio, orientación ideológica o propiedad empresarial.
Buscando
simplemente en google.es por el título del artículo vemos que aparece
reproducido en diversos blogs
dedicados a la crisis, foros de los más variopintos temas y páginas dedicadas a
teorías de la conspiración. No hay muchas más referencias. En todo caso el
artículo se nos presenta en todos ellos con una intención rebelde y casi
subversiva, una especie de documento semisecreto que pretende ofrecer las
claves de los culpables de la crisis y sus soluciones.
La
entradilla explica que se trata de una “Traducción
de un artículo publicado en varios periódicos económicos alemanes, por su
corresponsal en España”escrito poruna periodista llamada Stefanie
Claudia Müller.
Una
búsqueda entrecomillada del nombre y encontramos el curriculum de esta
periodista alemana afincada en Madrid en la página de su empresa, SCM
Communications. Allí vemos que entre otros colabora con la cadena de televisión
13TV (muy cercana a la Iglesia
Católica) y con Gestiona Radio, emisora económica afiliada a la COPE y participada por el ex-director
de Intereconomía. No parece, en
principio, el perfil de alguien que se dedique al periodismo subversivo. Vemos,
además, como esta periodista alemana es corresponsal en Madrid del
Wirtschaftswoche, una revista alemana de información económica, muy cercana al
mundo de la alta empresa y la CDU. Y es justo en esta revista alemana donde encontramos,
por fin, el artículo en cuestión, publicado el día 6 de septiembre.
Lo
interesante es que, cuando google nos ofrece traducir del alemán vemos que no
se parece en nada al que reproducían foros y blogs, siendo, más que nada, una
crónica de la visita de la canciller alemana en un tono favorable a sus
políticas, como era de esperar. Al final cita, en un pequeño párrafo, la
opinión de alguien llamado Centeno, donde sí se reproducen algunas frases
similares.
Y es aquí
dónde se nos pone en la pista del artículo original,
una columna de opinión en un blog del periódico digital El Confidencial, firmada al alimón por nuestra ya conocida
Stefanie y Roberto Centeno y publicada el 5 de septiembre.
El señor
Centeno es, para los que aún no le sitúen, un Catedrático de Economía de la
Escuela de Minas de la UPM que ostentó durante años cargos importantes en la
industria petrolera. Desde hace unos años se ha reconvertido en contertulio
habitual de Intereconomía y EsRadio, haciéndose notar, en este conservador
ambiente mediático, por sus declaraciones especialmente ultras. Sirva como
botón la opinión
que le suscitaba la manifestación independentista en Cataluña del pasado 11 de
septiembre: Los nacionalistas catalanes son unos mierdas. No hace
falta mandarles el Ejército, basta con algunos guardias civiles.
Recapitulemos.
Resulta que mis contactos en redes sociales, muchos de ellos (deduzco por leer
sus opiniones) progresistas, enlazan un artículo que se expande de forma viral.
Este escrito se presenta incluso con una estética subversiva y rebelde,
acompañándose de una foto con un joven amordazado, haciendo explícitamente un
llamamiento a que se comparta, a la libertad de expresión, en un intento más
que claro por atraer a un tipo concreto de lector, diciéndonos además que en
Alemania sí se publica mientras que en nuestro país se nos oculta.
Resultando
realmente que el artículo dónde se publica es en España, el día 5, obviamente
sin ningún problema, antes que en Alemania, donde lo hace al día siguiente, en
una versión diferente, y no en varios periódicos, sino en tan sólo una revista.
¿Cuándo se
produce el salto de columna de opinión en un periódico de derechas a post viral
en medios con aspiración pretendidamente antisistema?
Es difícil
de precisar, pero antes del 17 de septiembre google no ofrece resultados. Lo
más cercano es un documento
subido a la red por un usuario de twitter. Y justo ahí se pierde la pista.
No es la
primera vez que observo este fenómeno. La ultraderecha española sabe que es
difícil que determinadas personas descontentas con la situación económica y
social del país se acerquen a publicaciones y autores marcadamente
conservadores. Pero sí sabe que determinadas ideas que defienden sí empiezan a
tener eco en un sector de la población.
En
concreto el artículo que nos ocupa es una nueva vuelta de tuerca al concepto de
casta política. Una definición profundamente reaccionaria que equipara a
cualquier partido o individuo que ostente algún cargo público, sin importar
demasiado ni su política ni sus acciones concretas. Un lavado de cara de una
ideología que sufrimos en este país durante cuarenta años y que, en un momento
de crisis estructural y casos de corrupción, encaja bien en las mentalidades de
muchos.
Centeno
trufa su escrito de cifras y datos de difícil contraste, con un par de
objetivos en los que insiste ad nauseam: la destrucción del modelo de estado
autonómico y del sistema de partidos actual. Parece obsesionado con las
autonomías, un punto que le acerca bastante a formaciones como UpyD, para las
que anunció su voto públicamente.
Este tipo
de artículos nunca hablan del problema económico en sí, del modelo económico
capitalista, del arrodillamiento del interés público al beneficio privado. Utilizan
la crisis que ha desarrollado el propio sistema que defienden para profundizar
en unas ideas de recorte democrático. Nunca hablan de cuál es la alternativa a
“La Casta” ¿un tecnócrata elegido por el BCE? ¿O quizá y siguiendo la tradición
ibérica un militar que ponga todo en orden?.
No es nada
nuevo, La Casta es un torpe lavado de cara a aquellos discursos de la CEDA
donde Gil Robles hablaba de politicastros, de orden, de crisis, donde
solicitaba el poder al pueblo (ahora les gusta más lo de ciudadanos).
Un torpe lavado de
cara que desgraciadamente está arraigando, que muchos se tragan sin pensar. No
es casual el esfuerzo de ocultación de fuentes, la presentación bajo una
estética diferente.
Siempre es
bueno saber de qué cocina han salido los platos que estás comiendo, puedes
correr el peligro de envenenarte”.
Daniel Bernabé
Comentarios