Artículo de periodista alemana al que la prensa española no ha hecho casi mención
Artículo extraído en: http://4upress.com/index.php/economia/item/1121
En los últimos días se puede encontrar en las redes sociales y en algunos
medios de comunicación online, un artículo realizado por la economista y
corresponsal alemana, Stefanie Claudia Müller, que fue publicado en varios
medios alemanes. El artículo, como podrán observar, no tiene desperdicio. A continuación, le
invito a compartirlo. Aquí tiene la
traducción íntegra:
"Hoy, 6 de septiembre, se encuentran en Madrid los gobiernos de
Alemania y España, acompañados de un nutrido grupo de empresarios, y donde
seguro hablarán sobre las condiciones para poder otorgar más ayudas financieras
a España o a su sistema bancario. En los dos lados se ha elevado el tono en los
últimos meses y es con gran expectación que España espera ahora la decisión que
va a tomar el Tribunal Constitucional alemán, que esa sí es crucial, el día 12,
sobre la conformidad o no del rescate europeo y las obligaciones derivadas para
los alemanes.
En Alemania crece la crítica contra la supuesta "mentalidad de
fiesta" de los españoles; en España los medios cada vez son más negativos
con la supuesta dureza de la canciller Merkel. Pensamos que la situación es
mucho más compleja de lo que presentan ambos gobiernos y la mayoría de los
medios. España no es Grecia, pero España puede ser un paciente crónico si
Alemania, junto con Europa, no contribuye a solucionar sus verdaderos
problemas.
España no debería recibir más dinero sin que se cambie a fondo el sistema
político y económico, hoy en manos de una oligarquía política aliada con la
oligarquía económica y financiera, y sin que se aumente la participación
ciudadana real en las decisiones políticas. Para no perpetuar la crisis y
endeudar a los españoles durante generaciones, el Gobierno español debe
reformar a fondo la administración de las comunidades autónomas y los
ayuntamientos, en su mayoría en bancarrota y completamente fuera de control,
sometiendo a referéndum el modelo de Estado.
Este tema es la clave del futuro de España, porque las regiones,
ayuntamientos y diputaciones son los responsables de los dos tercios del gasto
público-234.000 millones frente a 118.000 el Estado en 2011-, excluyendo la
Seguridad Social -23.000 millones-, y este gasto se realiza en condiciones de
descontrol, despilfarro y corrupción totalmente inaceptables. Las razones
verdaderas de la crisis del país, en consonancia con lo dicho, nada tienen que
ver con salarios demasiado altos -un 60 % de la población ocupada gana menos
de1.000 euros/mes-, pensiones demasiado altas -la pensión media es de 785 euros, el 63% de la media
de la UE -15- o pocas horas de trabajo, como se ha trasmitido a veces desde
Alemania.
A España tampoco le falta talento, ni capacidad empresarial ni creatividad.
Tiene grandes pensadores, creativos, ingenieros, médicos excelentes y gestores
de primer nivel. La razón de la enfermedad de España es un modelo de Estado
inviable, fuente de todo nepotismo y de toda corrupción, impuesto por una
oligarquía de partidos en connivencia con las oligarquías financiera y
económica, y con el poder judicial y los organismos de control a su servicio.
En España no existe separación de poderes, ni independencia del poder
judicial, ni los diputados representan a los ciudadanos, solo a los partidos
que los ponen en una lista. Todo esto lleva también a una economía sumergida
que llega al 20% del PIB y que frena la competencia, la eficacia y el
desarrollo del país. Además, detrae recursos con los que podrían financiarse
educación y sanidad.
Las ayudas para España, igual que para otros posible candidatos de
rescates, no deben ir a bancos ya casi en bancarrota y fuertemente politizados.
En la CAM, el Gobierno ha comprometido 16.000 millones de dinero público en
lugar de cerrarla; en Bankia, 23.000, y el Ejecutivo acaba de darle 5.000
millones urgentemente para cubrir pérdidas en vez de cerrarla, y además de
forma tan extraña que despierta todo tipo de recelos.
¿Por qué se ha utilizado el dinero de los españoles (FROB) en vez de
esperar los fondos de la UE? Es lícito suponer que la razón es la siguiente:
los bancos no quieren que la UE investigue sus cuentas. Control estricto y duras condiciones: Ya el caso de Grecia ha
demostrado que las ayudas europeas tienen que estar vinculadas a un control
estricto y condiciones duras
Esas condiciones no pueden solamente representar recortes sociales o
subidas brutales de impuestos, como hace ahora el Gobierno de Mariano Rajoy con
la excusa de Europa. Se tiene que cambiar más en España que cortar gasto
social, que de todos modos es mucho más bajo que en Alemania, y hay otros
gastos infinitamente más relevantes que se pueden eliminar. Además, los casos
de corrupción resultan tan escandalosos, incluso en el propio Gobierno, que uno
solo puede llegar a una conclusión: el dinero de Europa no puede ser manejado
por personas tan increíblemente venales.
La pasada semana el ministro de Industria Soria - imputado también por
corrupción urbanística en Canarias - acusó al ministro de Hacienda en el
Consejo de Ministros de favorecer descaradamente a la empresa líder de
renovables, Abengoa, de la que había sido asesor, en la nueva regulación de
estas energías, que reciben más de 7.000 millones de euros de subvenciones
anualmente. Y Rajoy, al que entregó una carta probatoria, ni dijo ni hizo
absolutamente nada.
No puede permitirse por más tiempo este nivel de corrupción, y menos aún a
17 regiones funcionando como estados independientes, con todos los organismos
multiplicados por 17, desde 17 servicios meteorológicos a 17 defensores del
pueblo, con 200 embajadas, 50 canales de TV regionales en pérdida, 30.000
coches oficiales o 4.000 empresas públicas que emplean a 520.000 personas,
creadas específicamente para ocultar deuda y colocar a familiares y amigos sin
control ni fiscalización alguna.
En conjunto, unos 120.000 millones, equivalentes al 11,4% del PIB, se
despilfarran anualmente en un sistema de nepotismo, corrupción y falta de
transparencia. Y con esto se tiene que acabar, entre otras cosas, porque ya no
hay dinero. Los últimos datos de las cuentas públicas conocidos la pasada
semana son escalofriantes. El déficit del Estado a julio ascendió al 4,62% del
PIB, frente a un déficit del 3,5% comprometido con la UE para todo el año (del
6,3% incluyendo regiones y ayuntamientos). Pero lo realmente inaudito es que
España está gastando el doble de lo que ingresa: 101.000 millones de gasto a
julio frente a 52.000 millones de ingresos, y precisamente para poder financiar
el despilfarro de regiones y ayuntamientos, que no están en absoluto
comprometidos con la consolidación fiscal.
El tema del déficit público es algo que roza la ciencia ficción, y que
ilustra perfectamente la credibilidad de los dos últimos gobiernos de España.
En noviembre de 2011, el Gobierno dijo que el déficit público era del 6% del
PIB; a finales de diciembre, el nuevo Gobierno dijo que le habían engañado y
que el déficit era superior al 8%, y que se tomaba tres meses para calcularlo
con toda precisión. A finales de marzo, se dijo que definitivamente era del
8,5%, y ésta fue la cifra que se envió a Bruselas. Dos semanas después, la
Comunidad de Madrid dijo que sus cifras eran erróneas y el Ayuntamiento de la
capital igual... el déficit era ya del 8,7%.
Sin embargo, la semana pasada el INE dijo que el PIB de 2011 estaba
sobrevalorado y, con la nueva cifra, el déficit era del 9,1%; dos días después,
Valencia dijo que su déficit era de 3.000 millones más; o sea, que estamos en
el 9,4% y las otras 15 CCAA y 8.120 ayuntamientos aún no han corregido sus
cifras de 2011. Lo único que sabemos es que están todas infravaloradas. El
déficit real de 2011 puede estar por encima del 11%, y en 2012 se esta gastando
el doble de lo que se ingresa. Como dice el Gobierno de Rajoy, "estamos en
la senda de convergencia". Y es verdad... de convergencia hacia Grecia.
Claramente, la joven democracia española tiene todavía muchos déficits de
representatividad y de democracia que deberían interesar a la canciller Merkel
y también a Europa, si queremos evitar una Grecia multiplicada por cinco y
salvar el euro. Esto es lo que ha hecho posible el despilfarro masivo de las
ayudas europeas, con una asignación disparatada de las mismas, a pesar de que
estas ayudas han supuesto una cifra mayor que la del Plan Marshall para toda
Europa.
Es frustrante que a causa de este sistema oligárquico nepotista y corrupto
se destroce talento y creatividad y que ahora muchos jóvenes se vean forzados a
trabajar fuera, muchos en Alemania. Esa situación nos ha llevado a una distribución
de riqueza que es de las más injustas de la OECD. La antaño fuerte clase media
española está siendo literalmente aniquilada.
Resumiendo: no es una falta de voluntad de trabajo, como se piensa tal vez
en algunos países del norte de Europa, lo que hace que España sufra la peor
crisis económica de su Historia. Es un sistema corrupto e ineficiente. La
crítica del Gobierno alemán y sus condiciones para un rescate de España se
deberían concentrar en la solución de esos problemas. En caso contrario, solo
conseguirán que una casta política incompetente y corrupta arruine a la nación
para varias generaciones”.
*Stefanie
Claudia Müller es corresponsal
alemana en Madrid y economista.
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