Música colombiana: una realidad desconocida


Artículo publicado en el número 1.989 en la revista Cambio 16.

Recientemente fui invitado a participar en dos coloquios en el II Mercado Cultural del Caribe celebrado en Cartagena de Indias; el primero sobre los programas docentes que sobre gestión cultural que se realizan en España y el segundo sobre “Los Festivales como Redes de Cooperación y Circulación”, donde pude presentar los festivales La Mar de Músicas, Pirineos Sur y Noches de Ramadán. El Mercado ha sido un empeño de la asociación independiente Corporación Cultural Cabildo de Bogotá, con Rafael Ramos a la cabeza, contando con un apoyo muy importante de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación. Siempre he estado alejado de todo tipo de nacionalismo, patrioterismos y patriotismo, pero al observar el papel tan importante que la institución española tiene en el país y un marco de intervención tan preciso, he sentido un cierto orgullo nacional.

Colombia es uno de los lugares donde nuestra cooperación tiene más vigencia dadas las características propias del país y los múltiples conflictos en los que está envuelto. Defensa de los derechos de las víctimas, gobernanza democrática, derechos humanos, grupos étnicos, equidad de género, patrimonio como generador de desarrollo y cultura de paz, son ejes prioritarios de la acción española que pudimos visualizar no sólo por ser su magnífica sede –inaugurada por los presidentes Álvaro Uribe y José María Aznar– el lugar central de las actividades, sino también por el apoyo de todo tipo prestado por la Agencia a los organizadores. Era mi segunda visita al país. Si en la primera hace poco más de un mes, la sensación producida podía reducirse al total desconocimiento y la escasa información que tenemos sobre el país como realidad-nación, en esta quedé muy extrañado por la ignorancia casi absoluta que tenemos sobre su contexto cultural.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Rubén:
No me manejo aún bien en estos blogs, y veo que me metí aquí sin darme cuenta, pero lo que importa es que te llegue.
No nos conocemos y vaya por delante el respeto a la libertad de todos para opinar sobre lo que le parezca pertinente.
Leí tus comenterios sobre el Arzobiso de Granada y, aunque no pongo en tela de juicio tu intención, creo que tú si que pre-juzgas la intención de Mons Martínez, incoando prácticamente una apertura de diligencias y casi dictando sentencia.
Este tipo de afirmaciones , más que ideas, parecen juicios sumarísimos.
Cuando quieras, lo hablamos.
Perdona pero este no el sitio para ese debate. No vengas con el meti sin darme cuenta... ya que siempre es la excusa para meterse donde no se debe, siempre usais la misma táctica... No manejo, no sé...
Hay muchos foros sobre el tema y alli te puedes manifestar y decir que casi 30.000 personas no sabemos leer, ni interpretar las palabras pronunciadas desde un púlpito. Como otras similares sobre Haiti, la violencia contra los menores... pronunciadas por personas de igual talante.
Pero lo dicho este no es el sitio y gracias por entrar y que este blog tenga mas difsuón.

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