"Gratuidad y derechos de autor" de Enrique Meneses

Repasando la página de Enrique Meneses he encontrado este magnífico artículo que creo interesante difundir dada la actualidad de este debate.

www.enriquemeneses.com/2009/12/03/gratuidad-y-derechos-de-autor

He vivido de lleno, como fotoperiodista, la época del “Copyright”, del derecho de autor, en el ámbito de la fotografía. En los años 50 y 60 ya teníamos nuestros problemas cuando la misma agencia que nos representaba o la publicación que adquiría nuestro trabajo, consideraba que había comprado la obra para siempre. Los agentes se llevaban entre un 40 y un 50% de la venta de nuestro trabajo financiado por nosotros en el caso de los free-lance. Internet ha venido a revolucionar aquel comercio. Hoy en día, un fotoperiodista, solo o que se agrupa con otros en Internet, puede disponer de una vitrina actualizada para que los posibles compradores se entiendan directamente con el. Flickr es su escaparate. Hasta los tomates de Almería se están vendiendo por suscripción sin intermediarios.

Con las nuevas tecnologías, la fotografía se está popularizando y los ingresos de los fotoperiodistas están cambiando de procedencia. A la venta directa que se hace a los medios informativos, hay que añadir la popularización que ofrece la red y el crecimiento del coleccionísmo y las exposiciones. Esto abre el camino a las conferencias con proyección retribuidas, la edición de libros por el propio autor, la compra de copia numerada por parte de Instituciones, etc… El público se beneficia de este acceso a la cultura de forma gratuita. ¿Quien retribuye entonces al autor? Los organismos estatales, las fundaciones, los anunciantes.

La victoria es, cada vez más, que la gente tenga una gran variedad de manifestaciones artísticas gratuitas a su disposición. Y que los autores vean su trabajo retribuido convenientemente gracias a la popularización. Los jóvenes acceden al público prácticamente sin costo a través de la Red. Es el P2P el que siembra y permite la posterior cosecha. Criminalizar el intercambio de lectura, fotografía, música es prohibir la tradicional costumbre de la recomendación de algo que consideramos interesante para amigos o familiares.

Según The Times, los ingresos que disminuyen en el sector musical son los de la intermediación, las discográficas. Los ingresos por conciertos, cada vez más numerosos y mastodónticos, son los que retribuyen el trabajo de los creadores. A muchos se les llena la boca defendiendo la propiedad de los creadores pero se olvidan que estos son las primeras víctimas de esos industriales de la música y el espectáculo. Basta ver el incremento, que se ha producido en España, del número de musicales para ver que no existe una ruina del sector sino de quienes lo explotaban en su propio beneficio.

En el momento en que los medios de comunicación comprueban que se consume más información que nunca, sobre todo por los jóvenes pero que la gratuidad ha contribuido a ello, no se deben imponer barreras a esta eclosión de vitalidad sino buscar nuevas formas de retribuir a los creadores alentando a los principiantes y recompensando a los consagrados. Cerrar webs como castigo es, además de anticonstitucional, una estupidez por su miopía y retrofranquismo. La industria de la información está buscando las formas de ser viable dentro de los nuevos parámetros. En lugar de estudiar nuevas fórmulas, hay gente que quiere recortar derechos inherentes al ser humano.

Habría que hacerse algunas preguntas pertinentes sobre el tema de los derechos de autor: ¿Debe cobrarse un dinero al que saca un libro de la biblioteca pública? Al fin y al cabo se está facilitando que alguien no tenga que comprar ese libro y su autor perciba el 10% de su precio como pactado con la Editorial. ¿Tienen derecho a retribución los actores de una película que se pasa varias veces por una televisión? ¿Por qué TVE ha emitido varias veces Robinson en África y yo solo cobré la primera vez que se emitieron los 14 capítulos de 30´? En cada reposición, entraba nuevo dinero por publicidad pero los creadores no se lucraron de nada. Si en un bar se da un partido de fútbol de pago con tarifa especial ¿Se le debe condicionar el derecho de admisión?

Si este es el momento elegido por el gobierno para diversificar nuestro desarrollo ¿No debe empezarse por soltar amarras de todo tipo y permitir que toda la creatividad que existe entre los jóvenes de este país se libere, suprimiendo trabas y prestando ayudas?