La noche dedicada a “Las músicas del río Níger”, el mejor colofón para la XVI Edición de Pirineos Sur

Fotos: Jesús Alarcón.
Una de las principales características de la edición de este año de Pirineos Sur ha sido el altísimo nivel de la mayoría de los artistas participantes. La programación de este año constituía un auténtico reto dada la calidad de los participantes en la edición del año pasado, con motivo del 15º Aniversario.
Las músicas del río Níger fueron las encargadas de cerrar la XVI Edición del Festival y fue un acierto artístico, que la luna llena que inundaba el Auditorio Natural de Lanuza no se quiso perder, como tampoco las miles de personas que abarrotaban el espacio, y otros cuantos lo que escuchaban desde el exterior.
Pasaban pocos minutos sobre las diez de la noche, todavía no había anochecido completamente, cuando salieron al escenario los músicos de Oumou Sangaré. Poco después aparecía ella. A punto de cumplir los cuarenta, y por lo que hemos podido comprobar en Lanuza, puede estar en el mejor momento de su carrera. Llena de garra, vitalidad, con auténticas ganas de agradar y disfrutar. Era la segunda vez que visitaba el festival, la anterior en 1996, y encandiló al público con sus cantos y bailes provenientes de la región de Wassoulou, cuna de algunas de las más conocidas artistas de Malí. Su actuación impresiona. La voz extraordinaria, su desafiante belleza y su compromiso en la lucha de la mujer musulmana en una sociedad dominada por los hombres, identifican a esta mujer que está a punto de convertirse en una auténtica estrella a nivel mundial. Música y compromiso en estado puro.
Tras dos intentos fallidos y con el susto en el cuerpo, no hay dos sin tres, hizo su aparición Toumani Diabaté. Desde que grabara "Songhai" 1 y "Songhai 2" con Ketama, los responsables artísticos del festival, han hecho múltiples esfuerzos para su participación en el mismo. Intentos baldíos hasta la noche del sábado. Se hace acompañar por la Symmetric Orchestra, casi decena y media, de magníficos músicos, de procedencias africanas diversas. La riqueza musical es absoluta y llega a momentos magistrales cuando Diabaté efectúa sus solos con la kora. Incluso aquellos que no tienen especial devoción o interés por las llamadas músicas del mundo, sucumben ante la magnitud de su música. Entre tema y tema agradecimientos para sus amigos españoles, recuerdo especial para Ketama, para el fallecido Ali Farka Touré, con el que obtuvo un Grammy en 2005 y, por supuesto, para un público que le venera.
Espléndida noche musical, acompañada de una temperatura suave, broche de oro para una edición espléndida de Pirineos Sur.

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