“Mi obligación es decir lo que pienso” entrevista con @pmilanesoficial en @diariovasco
Conversación publicada hoy en el suplemento SDV El Diario Vasco
Tiene publicados más de medio
centenar de discos en solitario, a los que hay que sumar dieciséis como integrante
del Grupo de Experimentación Sonora (GESI), colectivo promovido desde el Instituto
Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), en el que participaron
entre otros Silvio Rodríguez, Leo Brouwer, Sergio Vitier, Sara González o
Emiliano Salvador, embrión de lo que luego conoceríamos como Nueva Trova
Cubana. A lo anterior hay que añadir cerca de setenta colaboraciones
discográficas, tanto en proyectos colectivos como de invitado. Simples datos
que evidencian por qué Pablo Milanés es una de las grandes referencias de la
música popular a nivel mundial.
Autor de cientos de canciones que
forman parte de la vida personal, colectiva y emocional de varias generaciones
que permiten configurar particulares bandas sonoras. Algunas de las más bellas
canciones de amor compuestas en castellano como “Yolanda”, “Te quiero porque te
quiero” o “Yo no te pido” y de desamor “Para vivir”. Patrióticas “Amo esta vida
o “Yo me quedo”. Poniendo música a ilustres poetas como Pablo Neruda, “Para mi
corazón basta tu pecho”; José Martí, “Mi verso es como un puñal”; César Vallejo,
“Masa”; Nicolás Guillén, “De qué callada manera” o Mario Benedetti, “Hombre
preso que mira a su hijo”, sin olvidar la realidad de los pueblos con “Buenos
días América”, “Nelson Mandela sus dos amores” o “A Salvador Allende en su
combate por la vida”; lo ético “La vida no vale nada” o el papel social de los
creadores “Pobre del cantor”, son solo un pequeño ejemplo de un basto patrimonio
creativo que permite las más diversas posibilidades a la hora de mostrarlo en
un escenario.
Algunas de esas canciones formarán
parte del repertorio que interpretará el próximo miércoles en el donostiarra
Teatro Victoria Eugenia “me gusta
recrearme en las canciones del disco nuevo, y luego hacer un recorrido por las
otras canciones. Me gustan y me gusta que el público las disfrute conmigo”,
añadiendo “me encanta actuar en Donosti,
siempre ha sido un placer, y la respuesta siempre ha sido muy satisfactoria”.
Aunque desde hace años la música
cubana es habitual entre nosotros, primero con la Nueva Trova (Pablo Milanés,
Silvio Rodriguez, Pedro Luis Ferrer), la salsa (Los Van Van, NG Labanda), más
recientemente la Trova Tradicional (Compay Segundo, Vieja Trova Santiaguera) o
el BuenaVista Social Club, es evidente que la gran mayoría de interpretes y
géneros musicales de la isla no tienen difusión entre nosotros. La nueva gira
de Milanés contribuye a enmendar en parte lo anterior. La excusa es la
presentación de su penúltimo disco “Renacimiento” una exploración musical realizada
durante dos años para mostrar algunos de los géneros de la música cubana,
desconocidos para casi todos; la guajira son, el danzón, la conga, el changüí o
el guaguancó “un renacer personal y profesional
que retoma variantes rítmicas cubanas que no son tan conocidas
internacionalmente”, sin olvidar “toda
la parte renacentista y barroca que caracteriza mi obra”, enfatizando “una deuda que tenía pendiente de realizar,
ya saldada”.
Una decena de temas de su autoría
excepto dos poemas musicados, uno del mexicano Amado Nervo y otro del poeta y
político vietnamita Ho Chí Minh, al que también cantaron Antonio Resines, no
confundir con el actor, el chileno Víctor Jara y el venezolano Ali Primera. ”Es una de las pocas oportunidades en que voy
a venir con la banda completa, es muy costoso, muy graviante en el sentido de
tener que cargar con todo, pero quería tener ese placer de tocar con todos”.
Miguel Núñez (piano y programaciones), Germán Velazco (saxo tenor, soprano y
flauta), Félix Raveiro (bajo), Osmani Sánchez (batería y percusiones), Edgar
Martínez (gúiro, tambores bará, bongó, triángulo, cajón, clave, tumbadoras…),
Dagoberto González Jr. (violín) le acompañaran en el escenario.
Se siente bien anímica y
físicamente a pesar de que el pasado verano tuvo que someterse a una operación
de trasplante de riñón, donado por su mujer Nancy Pérez, a lo que hay que
añadir varias de cadera y 71 años vividos intensamente, “me encuentro muy bien, la operación fue estupenda, me atendieron
maravillosamente, la recuperación ha sido sorprendente”.
Idir, el extraordinario artista
argelino, comenta que los discos son como lo hijos, hay que tenerlos cuando
realmente se desean. Hablamos sobre ello dada su fecundidad discográfica y de
paso conocer si alguna de dichas grabaciones ha sido forzada “no, no, nunca, siempre ha sido por pura
inspiración, puro oficio. Trabajo mucho en ese sentido, dedico muchas horas de
la vida a la composición, a hacer discos, me gusta mucho trabajar en estudio”;
ventaja de contar con estudio de grabación propio en La Habana. “Tengo una buena reserva de obra, nada más
tengo que buscar la orquesta y armar todo. Cuando no hago los arreglos
directamente, los hace otro miembro del grupo, es muy fácil, todo sale muy
rápido. No me paso meses grabando. Las canciones de un disco las grabo en dos
días”. Sus palabras dan pie a comentar si se siente más artista, poeta o
músico “soy un hacedor de canciones, no
se pueden separar una labor de otra”.
Defensor crítico de la revolución
cubana, suele ser más demandado por sus opiniones políticas que por las
musicales “es lógico, es una obligación,
soy una persona que piensa, además de cantar. He sido un revolucionario consecuente
todo el tiempo, para mí es una obligación decir lo que pienso, decir las
verdades, son mis verdades y no puedo ocultarlas”. Sobre si el expresase
libremente le ha ocasionado algún tipo de conflicto señala “no, no, siempre de un lado o del otro hay ciertas críticas,
evidentemente no todo el mundo tiene que estar de acuerdo con lo que yo pienso,
es parte de la polémica y de la libertad de expresión”.
“Pobre del cantor de nuestros días
/ que no arriesgue su cuerda para no arriesgar su vida”, son versos de una de
sus canciones bandera, un manifiesto político-musical, sobre su vigencia
comenta “el cantor ha sido históricamente
el cronista de su época, no se puede traicionar, tiene que decir lo que ocurre
a su alrededor”.
Para finalizar comentamos ¿en un
mundo como el actual quedan todavía estrellas azules para regalar? “Por supuesto, la estrella azul significa libertad,
amor, belleza, sigamos pidiéndolas”. Maestro, las pediremos si usted sigue
creando y cantando.
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