"Ondas diferentes, corazones afines" por Lola Martínez y Arabela González

Otra cálida noche más en Pirineos Sur plagada de estrellas y brillando en el escenario con luz propia Totó La Momposina. Con su energía desbordante y su potente voz la representante más conocida de la música tradicional colombiana comenzó suavecito –a capella- como si de una plegaria se tratara y fue creciendo hasta abordar con energía un repertorio de ayer y de hoy. Revisó temas como “Venta”, “La candela viva”, “Yo me llamo cumbia”, “Dueña de los jardines”, “Margarita”, “Fiesta vieja”, acabando con “Aronde me meto yo” con todo el público vitoreándola, contagiados con su música y bailando los diversos ritmos incluidos en su repertorio.

Entre el respetable un buen número de compatriotas la jalearon durante todo el concierto. Descalza moviéndose con gracia y desparpajo, vestida con un traje marroquí adquirido en los Mercados del Mundo de Sallent tras la pérdida de su equipaje en el vuelo a nuestro país, recorría el escenario mientras desgranada una tras otras las canciones de su excelente y acertado repertorio, revisando algunos de los temas de su octavo y nuevo trabajo “La bodega”, editado en su propio sello discográfico.

Aterciopelados tomó el relevo en el Auditorio Natural de Lanuza. Forman parte de esa inquita juventud colombiana a la que le gusta el rock alternativo, el hip hop y otras músicas actuales, sin abandonar sus raíces y su significado.

Hicieron vibrar con un repertorio ecléctico destacando de manera singular temas como “Pipa”, “Río”, “Tréboles”, “Paranormal”… y su canción más conocida entre nosotros “Bolero falaz”. Temas impregnados de un mensaje lleno de connotaciones ecologistas y arengas libertarias. Un canto permanente a la PAZ, al AMOR, a la NATURALEZA en una simbiosis de música y fraternidad. Andrea se crecía canción a canción, poniendo de manifiesto esa carismática estrella que se intuye, rebosando humanidad. Cantó y bailó, tocando una guitarra, cada vez más llena de pegatinas, revisando temas que les han hecho populares muchos de ellos con nuevos y acertados arreglos, dándoles un toque de modernidad, sin perder su identidad original.

Andrea Echeverri y el bajista, arreglista y productor Héctor Buitrago unidos una noche más, acompañados de tres magníficos músicos contagiando a un público absolutamente entregado y agradecido por el regalo que es siempre escuchar en directo la música de Aterciopelados Aludió a temas universales “una sola bandera” y recordó a su amigo Enrique Bumbury “el escenario es mi patria” para terminar arrojando al público diversos regalos realizados con materiales reciclables. Otra noche mágica en la falda de los Pirineos.

Foto: Pilar Hurtado.