Aina Clavo

La conocí hace unos tres años en la sede de la AECI, cuando estaba en la calle Principe de Vergara. Ese mismo día también coincidí, por primera vez, con Alfons Martinell al que conocía por sus propuestas culturales, había escuchado y leído en múltiples ocasiones y que tenía algunos de mis buenos amigos (Luis, Montse, Jesús) entre sus alumnos. Intentaba darles mi opinión sobre la imagen que de la cultura española, especialmente la música, se proyectaba en el exterior. Alfons nos la presentó, comentó que había venido desde Mallorca y que era la persona con la que teníamos que hablar. La conversación fue fácil y fluida. Las opiniones más o menos eran coincidentes. Desde entonces hemos tenido muchas reuniones de trabajo, alguna sesión de refrescos, nunca bebe alcohol, y acudía de vez en cuando a nuestras reuniones y fiestas en el Buenavistillas y varias comidas y alguna merienda en algún mexicano.

Gracias a ella pudimos hacer la exposición “Música y compromiso”. Yolanda, Ana y ella trabajaron muchas horas en común para sacarla adelante y después recorrer Chile, Venezuela, Colombia, Argentina y Uruguay. En la inauguración en la Casa de América pudimos traer a Tiro de Gracia desde Chile, por primera vez a Vagos y Maleantes desde Venezuela y Haze desde la capital andaluza. El acto presentado por Leire Pajín contó con la presencia de múltiples diplomáticos, señoras, que todos los días podemos ver en los más variados eventos de la ciudad, en busca de canapés y vinos institucionales y gratuitos, y prensa musical no proclive a este tipo de ceremonias institucionales.

Un día antes de dejar la AECI, tomamos un café en el Café de Oriente de Madrid, era un reto para ella, estaba acojonada; no, estaba preocupada. Sabía que su vida iba a cambiar. La amante de la tranquilidad, de la gestión desde la sombra, pasaba a ser protagonista principal. La fiesta de despedida en el Café Barbieri fue emotiva. Todos sabíamos que podía ganar si sabia transmitir sus valores más personales y el PSOE se implicaba.

En la presentación de La Mar de Músicas, hace menos de un mes, brindamos anticipadamente sabiendo que podría ser elegida. Ayer ocurrió. Palma gana a una buena gestora. Una persona con criterio, tolerante, valiente y firme en sus ideas. Pero sobre todo una excelente persona donde prima la calidad humana. Con su elección podemos pensar que la política oficial a veces sabe reconocer a personas por su valía y no por la relación de fuerzas existentes en el interior de los partidos. Personas como Aina hacen que la sociedad progrese y no retroceda.

Para aquellos que desde la cultura en Palma se negaron apoyarla por qué no confiaban en ella, tenían miedo que el PP les pasará factura por hacerlo. Representan a esos que solo apoyan a los que saben que van a ganar para sacar provecho posterior. Aquellos que desde Madrid no entendían su acceso fulminante. A todos y todas ellas decirles os habéis vuelto a equivocar. No sabéis diferenciar personas y comportamientos. Nos sentimos orgullosos de no coincidir con vosotros en la mayoría de las ocasiones y en una como ésta, mucho más.
Mucha Mierda Aina, lo sabes y lo vas a hacer de maravilla.

Comentarios

Entradas populares