Guía de las Músicas del Magreb (Epílogo)
Dentro de unos días editaremos la "Guía de las Músicas del Magreb", la primera en abarcar este territorio musical. Casi 300 páginas con artículos e información de más de 250 artistas, festivales... escrito por amigos de las dos orillas.
A continuación transcribó el epílogo de la edición, que editará Fabricantes de Ideas, de los coordinadores de la misma, Yolanda Agudo y Rubén Caravaca.
Para finalizar quizás es bueno hacer alguna reflexión sobre lo experimentado a lo largo del proceso de elaboración de esta Guía. No ha sido un parto fácil, pero ha sido muy deseado. Ha ocupado casi el triple de lo previsto. Lo inicial era mostrar todo en unas cien páginas, aumentado posteriormente al tamaño actual, y seguiría creciendo, si no ponemos plazo y un cierre definitivo. Sabemos que está incompleta, como todas las guías vivas, y seguramente con fallos. Nuestra idea es abrir una línea directa de colaboración para todos aquellos que quieran contribuir a ampliarla, corregirla, mejorarla. Un espacio que se actualice periódicamente, logrando que sea una buena arma de trabajo masivo para profesionales y de contraste para curiosos, aficionados e interesados en conocer algo que tan próximo y tan lejano haciéndolo accesible a todos.
Hemos visto la pasión por la música. Desde la elaboración hasta su difusión. Observado como niños y jóvenes son los auténticos protagonistas, que nos hacía recordar lo que ocurría en el rastro madrileño a finales de los setenta. Parte activa y no solo consumidores pasivos. La posibilidad de que públicos de todas las edades puedan acceder a los conciertos, sean gratuitos o de pago, permite el acercamiento a la música real, desde la raíz, no solo a su consumo. Jóvenes espectadores que poco a poco quieren dedicar parte de su actividad, y vida, a ella, como actores principales o de reparto. Si se pretenden recoger frutos, antes hay que sembrar. Cuanto antes se haga mejor será la cosecha.
Bastantes responsables culturales occidentales se plantean como lograr que los jóvenes accedan a la cultura, a la música. Dar facilidades para ello es lo primero. Lo segundo garantizar la diversidad existente, no solo la comercial. Buscar la complicidad de los medios de comunicación para una difusión plural, lo tercero. Pocos trabajan en esta línea y con perspectivas claras.
Poner en marcha estas iniciativas no es fácil. Hace falta confianza, pasión por la labor y ser conscientes de los muchos riesgos que se adquieren. Falta de medios, de industrias culturales, de espacios, lugares, infraestructuras…, de reconocimiento. Libertad de expresión en continúo riesgo, autocensuras, discriminaciones, prohibiciones, huelgas de hambre, encarcelamientos, secuestros, asesinatos… Realidades vivas, que no han podido, pese a todo, ser doblegadas.
Músicas con compromiso. De identidad, igualdad, libertad, justicia, correspondencia. Las carencias se suplen con imaginación, ideas y atrevimiento. Las jóvenes tienen un papel determinante. No sólo como artistas, también como organizadoras, comunicadoras, diseñadoras, voluntarias. Otra realidad que aquí no se nos muestra, reduciéndose, casi en exclusiva, a discutir sobre el uso del velo o no como forma de discriminación, cuando se habla de o sobre ellas.
Los que tuvieron que emigrar ayudaron a enriquecer la escena musical local e internacional, donde se establecieron. Ahora solo pretenden viajar para que se valore su labor. Pretenden contribuir a acelerar los cambios en, y desde, sus países. Han encontrando un papel que desarrollar, en sociedades muy polarizadas, que ven con recelo todo aquello que les es ajeno y/o desconocido. Donde las violencias, presentes intentan silenciar esperanzas e iniciativas con identidad. Un trabajo admirable.
Sirva esta guía como homenaje a todos los protagonistas que hacen posible que la música sea una línea de encuentro entre pueblos y personas. Entre lo local y lo global.
Más de dos años de trabajo nos han mostrado que la música, la cultura y sus agentes, pueden hacer más por el acercamiento entre las diversas realidades que pueblan nuestro planeta, que cientos de iniciativas internacionales que se desarrollan ajenas al acontecer diario. Cientos de charlar, conservaciones, contactos, intercambios de opiniones, de páginas webs, e-mails... Personas con visiones muy dispares del mundo que en todo este tiempo han colaborado sin preguntar por creencias, ni circunstancias, con el objetivo común de mostrar algo que existe, se desconoce, por lo tanto se ignora y como consecuencia no podemos disfrutar de ello.
La mayoría de estos nuevos actores implicados, los más activos, son ignorados por el desconocimiento de su existencia, ya sea por una cuestión generacional o por pura dejadez. I+D son fundamentales también en la cultura.
A todos y todas, GRACIAS.
Sincero reconocimiento y especial recuerdo para aquellos que fueron actores de esta realidad e intentaron silenciarla con su eliminación física. Sus ejemplos y voces abrieron puertas en este Magreb confuso y complejo, que enamora e hipnotiza, que abre puertas y no deja indiferente a nadie.
Hemos visto la pasión por la música. Desde la elaboración hasta su difusión. Observado como niños y jóvenes son los auténticos protagonistas, que nos hacía recordar lo que ocurría en el rastro madrileño a finales de los setenta. Parte activa y no solo consumidores pasivos. La posibilidad de que públicos de todas las edades puedan acceder a los conciertos, sean gratuitos o de pago, permite el acercamiento a la música real, desde la raíz, no solo a su consumo. Jóvenes espectadores que poco a poco quieren dedicar parte de su actividad, y vida, a ella, como actores principales o de reparto. Si se pretenden recoger frutos, antes hay que sembrar. Cuanto antes se haga mejor será la cosecha.
Bastantes responsables culturales occidentales se plantean como lograr que los jóvenes accedan a la cultura, a la música. Dar facilidades para ello es lo primero. Lo segundo garantizar la diversidad existente, no solo la comercial. Buscar la complicidad de los medios de comunicación para una difusión plural, lo tercero. Pocos trabajan en esta línea y con perspectivas claras.
Poner en marcha estas iniciativas no es fácil. Hace falta confianza, pasión por la labor y ser conscientes de los muchos riesgos que se adquieren. Falta de medios, de industrias culturales, de espacios, lugares, infraestructuras…, de reconocimiento. Libertad de expresión en continúo riesgo, autocensuras, discriminaciones, prohibiciones, huelgas de hambre, encarcelamientos, secuestros, asesinatos… Realidades vivas, que no han podido, pese a todo, ser doblegadas.
Músicas con compromiso. De identidad, igualdad, libertad, justicia, correspondencia. Las carencias se suplen con imaginación, ideas y atrevimiento. Las jóvenes tienen un papel determinante. No sólo como artistas, también como organizadoras, comunicadoras, diseñadoras, voluntarias. Otra realidad que aquí no se nos muestra, reduciéndose, casi en exclusiva, a discutir sobre el uso del velo o no como forma de discriminación, cuando se habla de o sobre ellas.
Los que tuvieron que emigrar ayudaron a enriquecer la escena musical local e internacional, donde se establecieron. Ahora solo pretenden viajar para que se valore su labor. Pretenden contribuir a acelerar los cambios en, y desde, sus países. Han encontrando un papel que desarrollar, en sociedades muy polarizadas, que ven con recelo todo aquello que les es ajeno y/o desconocido. Donde las violencias, presentes intentan silenciar esperanzas e iniciativas con identidad. Un trabajo admirable.
Sirva esta guía como homenaje a todos los protagonistas que hacen posible que la música sea una línea de encuentro entre pueblos y personas. Entre lo local y lo global.
Más de dos años de trabajo nos han mostrado que la música, la cultura y sus agentes, pueden hacer más por el acercamiento entre las diversas realidades que pueblan nuestro planeta, que cientos de iniciativas internacionales que se desarrollan ajenas al acontecer diario. Cientos de charlar, conservaciones, contactos, intercambios de opiniones, de páginas webs, e-mails... Personas con visiones muy dispares del mundo que en todo este tiempo han colaborado sin preguntar por creencias, ni circunstancias, con el objetivo común de mostrar algo que existe, se desconoce, por lo tanto se ignora y como consecuencia no podemos disfrutar de ello.
La mayoría de estos nuevos actores implicados, los más activos, son ignorados por el desconocimiento de su existencia, ya sea por una cuestión generacional o por pura dejadez. I+D son fundamentales también en la cultura.
A todos y todas, GRACIAS.
Sincero reconocimiento y especial recuerdo para aquellos que fueron actores de esta realidad e intentaron silenciarla con su eliminación física. Sus ejemplos y voces abrieron puertas en este Magreb confuso y complejo, que enamora e hipnotiza, que abre puertas y no deja indiferente a nadie.
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