Tras su magnífico concierto de ayer, la entrevista con Anabel Santiago publicada en @Elasombrario
Anabel Santiago es una artista asturiana, nacida en Buenos Aires, que lleva trabajando en la fusión de las músicas tradicionales con otras más actuales desde hace más de dos décadas. Premio Nacional de la Música en 2012, Premio a la Mejor Canción en Llingua Asturiana y Premio a la Mejor Voz en 2015, presentará mañana en Madrid su nueva propuesta, ‘Electronic Llances’, que tomará forma de disco el próximo año. Este verano ya asistió con ella a la última edición del Festival de Lorient (Francia).
La música popular (pop, rock, canción de autor…) asturiana es una de las más desconocidas de todo el Estado, ¿cuáles crees que son los motivos?
Quizá la gestión cultural y compromiso musical de las instituciones del Principado no sean los más adecuados. El artista en Asturias tiene doble trabajo, porque muchas veces, para ser reconocido en su tierra, necesita que le reconozcan sus éxitos fuera de ella. Quizá somos un poco cainitas.
Con la tradicional, el desconocimiento todavía es mucho mayor, ¿existen vías para su difusión?, ¿apoyo institucional, presencia regular en los medios de comunicación?, ¿o todo está en función exclusivamente de la industria musical?
Existen apoyos institucionales como el Premio al Meyor Cantar En Llingua Asturiana que cada año se otorga por unanimidad por un jurado experto. Con este premio, que tuve la suerte de ganar en la edición anterior, he realizado una gira promocional muy interesante, pero es insuficiente para la cantidad de artistas que tiene Asturias a todos los niveles. Los medios de comunicación que más eco se hacen son las televisiones regionales, por lo que nuevamente el mercado musical astur se retroalimenta y resulta un círculo endogámico. En cuanto a la industria musical, no se aleja demasiado de la que se realiza en el resto de comunidades, yo opto por la autogestión y autoproducción.
Para los que tenemos escaso conocimiento de vuestras músicas, ¿qué es la tonada?, ¿cómo definir la asturianada?, ¿qué tienen en común y qué les diferencia?
La tonada es el canto libre y popular que cantaban nuestros ancestros en Asturias, es un canto a capella, muy similar al quejío flamenco o la jota aragonesa, salvando las distancias. Tonada y asturianada van de la mano. La primera se refiere al canto tradicional sin plasmación en partitura, o tratamiento musical posterior, el canto que se transmitía por tradición oral. La segunda responde a ese tratamiento musical que se produjo de la mano de compositores como Baldomero Fernández o Eduardo Martínez Torner (músicólogos que trabajaron con ella, para elevarla a un género mucho más culto).
¿Las tonadas habitualmente son composiciones individuales o colectivas? ¿Hay diferencias significativas según el territorio donde se crean?
Son composiciones fundamentalmente individuales. Dependiendo de la zona donde se interpretan o nacen, las diferenciamos estilísticamente. Por ejemplo, las de la zona occidental (Tineo, Cangas del Narcea…), donde predominaba la población vaqueira (pastores trashumantes), tienen su propia rama, muy definida, denominada “Vaqueiras”.
Aunque fuera de Asturies su difusión sea escasa, ¿en el Principado goza de buena salud? Creo recordar que una de los artistas más reconocidos, Cuchichi, grabó su último disco con 81 años, ¿estamos hablando de carreras de muy largo recorrido?, ¿hay un circuito permanente del directo?, ¿se programa en las fiestas locales?, ¿se enseña esta música en los colegios?
Dentro de Asturias hay mucha tradición y respeto a la tonada. Sin duda, es una carrera de largo recorrido, que goza de un público selecto y conocedor. No existe un circuito en sí, pero sí hay numerosos concursos de tonada, donde los intérpretes de cualquier edad pueden darse a conocer. En cuanto a la programación de fiestas locales, depende del grado de arraigo que tenga cada concejo respecto a la tonada. A día de hoy, la labor de las escuelas está siendo fundamental para su difusión y didáctica; en mi caso, en las escuelas donde imparto clase (Oviedo y Quintes), el número de alumnos/as crece cada año, y cada vez con gente más joven interesada. Es un género en ascendente.
La Busdonga, Diamantina Rodríguez, Silvino Argüelles, Juanín de Mieres, Marta Arbás…, ¿cuáles son tus referencias históricas?
Mis referencias son Diamantina Rodríguez, leyenda viva de la tonada a la que le dediqué un disco; y Obdulia Álvarez La Busdonga, referente de todas las cantantes de tonada contemporáneas.
¿Y de las voces actuales?
De las actuales me quedaría con la voz de raza de Mari Luz Cristóbal Caunedo, una de las voces que grabó Hevia en su disco Busindre Reel.
Has grabado siete discos, recibiendo premios relevantes, pasando de la música tradicional, siempre con arreglos innovadores, a una reinterpretación de dicha tradición con apuntes electrónicos en tu última grabación, ‘Electronic Llances’. ¿Motivos?, ¿son compatibles? ¿Cómo son recibidas este tipo de propuestas?
Ya hacía tiempo que tenía en mente el proyecto Electronic Llances. Siempre me rondó por la cabeza conseguir las piezas adecuadas para dar forma a algo tan ambicioso como fundir música electrónica con música tradicional. El momento exacto de empezar a crear fue cuando conocí al DJ Fruela 757, que llevaba trabajando con mis temas casi en la clandestinidad, desde hacía años… Le descubrí por casualidad y enseguida quedé con él para pedirle explicaciones, en tono jocoso, y evidentemente ficharle para este proyecto por la gran calidad de sus versiones electrónicas. El trabajo más complicado fue amoldar los sonidos de mi banda habitual en directo a sus bases, pero el resultado resultó motivador, se consiguió que sonase natural y genuino, lejos de matar mi salvajismo vocal ni los arreglos propios de la tradición. La propuesta está siendo recibida más que bien; habíamos planteado hacer solo una mini-gira de cinco conciertos, por España y Francia, y finalmente hemos tenido que ampliarla, por el recibimiento y la respuesta de público y crítica.
Ahora mismo tienes en pie tres proyectos en directo. El habitual de la banda, la presentación de ‘Electronic Llances’ y una novedad que presentaste este verano en la localidad madrileña de Guadarrama junto a Xuacu Amieva. ¿Motivos de tanta diversidad?
Desde siempre adoro la diversidad musical. Me gusta plantearme diferentes retos y llevarlos a cabo de forma sólida. El proyecto con Xuacu Amieva no tiene nada que ver con Electronic Llances, ya que parte de una base muy tradicional, mezclando temas de Xuacu con míos y otros arreglos expresamente pensados para música folk, de modo que realmente estoy trabajando a fondo y en fechas diferentes los dos proyectos, pero donde tengo puesto todo el empeño es en la grabación de Electronic Llances, que materializará esta gira y que realmente es el camino que quiero continuar.
En agosto presentaste ‘Electronic Llances’ en el Festival de Lorient (Francia), uno de los más importantes de música popular. ¿Cómo fue la respuesta? ¿Da rabia que muchas veces sea más fácil presentarse en el exterior que en muchas ciudades del país?
La experiencia en Lorient fue única, era arriesgado plantear un concierto de música tradicional asturiana con arreglos electrónicos en Francia, para un público muy selecto, pero conseguimos una respuesta impactante por parte del público bretón. Cantaban, bailaban y coreaban con nosotros de principio a fin. La sensación, más que de rabia, es de sorpresa. Varias veces encontramos que se valora culturalmente la riqueza de nuestro folclore mucho más fuera de nuestras fronteras, es fascinante o triste, según como se mire.
Se habla mucho de diversidad, pero la música de la Península Ibérica parece que no está suficientemente reconocida, ni difundida, ¿se podría hacer algo o es una batalla perdida?
Todo pasa por el embudo del reconocimiento de lo propio. Partimos de que la mayoría de la juventud ni conoce ni sabe cuál es el folclore de su tierra. Entiendo que puede haber muchos focos; el básico es el de la enseñanza de nuestras costumbres, tradiciones y ensalzarlas para que lleguen a más gente. Después está la cortapisa de los medios, que no se hacen eco de músicas alternativas… Confluyen muchos factores.
Las propuestas protagonizadas por mujeres también son de las menos difundidas, más allá de algunas artistas pop. Parece que no hay raperas, heavys, punkis, ni tradicionales… En los discursos se habla de igualdad y diversidad, pero la realidad no parece ir por ahí…
La realidad es que sigue habiendo un techo de cristal para nosotras, las artistas de cualquier género. Siempre comento que tenemos que trabajar el doble para que nos reconozcan lo mismo. Es una triste realidad, pero que con actitud y paso firme debemos seguir peleando. En mi género, tengo claro que el futuro es de las mujeres.
¿Qué nos vais a ofrecer en las fiestas de Chamartín?
Electronic Llances, un espectáculo de música tradicional con teclados, guitarras eléctricas/acústicas, percusión étnica, y la mano de DJ Fruela. Habrá lugar para temas samba-zumba, arreglos rockeros de temas tradicionales, guiños a Santana, Led Zeppelin, y un amplio abanico para mostrar el folclore de Asturias reinventado… Y sobre todo momentos para compartir con el público. Un concierto para pasárselo bien.
¿Cómo una porteña como tú se metió en este barco?
Cierto es que nací en Buenos aires, pero a muy corta edad me llevaron a criarme a los montes de Asturias. Llevo la música en las venas desde pequeña, y me ha influenciado la música de ambos países. Pienso que mi búsqueda de nuevos sonidos pasa por ahí: el intercambio cultural, la variedad racial y la inquietud en la búsqueda para plasmar la esencia de la raíz.
Anabel Santiago actuó ayer 28 de septiembre, en las fiestas del distrito de Chamartín, Madrid en el Auditorio del Parque de Berlín.
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