Digitalizar para conocer, aprender y poner en valor

 donde nos proponen comentar una realidad que debería ser digitalizada por su valor para toda la comunidad

Vivimos en tiempos donde la información prolifera y también es posible que estemos más desinformados que nunca o por lo menos más de lo que creemos. En los últimos años han proliferado en España y otros lugares propuestas basadas en la educación y la cultura compartidas. Para algunas algo novedoso, pero realmente no lo es tanto. Solo hay que echar un vistazo a la historia. 

En el Siglo XIX empezaron a desarrollarse en Madrid, Barcelona y otras ciudades los Círculos Obreros, gérmenes primarios de Ateneos Libertarios y Casas del Pueblo. Todos ellos vinculados a las organizaciones de los trabajadores. Obreros comprometidos en la educación de sus compañeros menos instruidos. Labor de clase que poco a poco suscitó la admiración de la pequeña burguesía ilustrada y de la intelectualidad. 

La Casa del Pueblo de Madrid fundada en 1908 y clausurada tras el triunfo del fascismo en 1939, fue quizás el espacio más conocido. Contaba con varias salas de reuniones, café-restaurante, biblioteca, que llegó a contar con más de 10.000 libros -algunos de ellos donados por Benito Pérez Galdós y otros intelectuales- y un salón de actos para cerca de 4.000 personas. Además de actos políticos y sindicales servía para la difusión de todo tipo de actividades culturales: obras de teatro, cine, conciertos, conferencias, recitales de poesía… e importantes actividades educativas: escuelas infantiles, escuelas laicas y escuelas de adultos. Pero no solo eso. En su sede se desarrollaron cooperativas de alimento, vestido, consumo, médicas, de viviendas, de artes gráficas… incluso de pequeño crédito. Durante la II República llegó a tener más de 100.000 afiliados.

El diario El País con motivo de los actos del centenario de la misma recogía las siguientes palabras de Luis Gómez Llorente histórico socialista español recientemente fallecido, catedrático de Filosofía, y vicepresidente del Congreso de los Diputados durante las Cortes Constituyentes entre 1977 y 1979 “El objetivo de los trabajadores era reunirse para combatir la ignorancia y la incultura. Tener conciencia de clase trabajadora y actuar en consecuencia”.

Con anterioridad en Barcelona, en 1861 y de manera clandestina, se puso en marcha el Ateneo Catalán de la Clase Obrera impulsado por el Centro Federal de las Sociedad Obreras de Barcelona integrado por cerca de cuarenta asociaciones de trabajadores diferentes. Años antes en Madrid, en 1947, se creó una asociación cultural obrera, con el nombre de “Velada de Artistas, Artesanos, Jornaleros, y Labradores”

Aunque las mujeres tienen una presencia menor en el movimiento obrero organizado, muchas de ellas participan y tiene un papel determinante en el desarrollo de estas iniciativas auténticamente pioneras y revolucionarias. Tiempos después algunas empiezan a tener un importante protagonismo sindical, especialmente en las asociaciones federalistas –antecedentes de las anarcosindicalistas- como Isabel Vela i Puyol o Encarnación Sierra líder de las cigarreras madrileñas en la antigua Tabacalera de la calle Embajadores.

En otros ámbitos también asumen un papel significativo en la creación de espacios de encuentro cultural como el Ateneo Artístico y Literario de Señoras fundado en 1869 por Faustina Sáez de Melgar y en cuya primera junta directiva se encontraba también Concepción Arenal



Muchas de estas iniciativas son prácticamente desconocidas para la mayoría. Su digitalización contribuiría a paliar algunos déficits democráticos.

 Mayor conocimiento de nuestra historia.
Importancia del movimiento obrero en la transformación de un país, apostando por vías propias de acceso a la cultura.
Importancia del papel de la mujer en estos procesos.

Contribuyendo con ello:

Que toda la población tenga acceso a unos conocimientos reservados en exclusiva a investigadores e historiadores.
Aproximación más real a la historia.
 Contribuir a la descolonización cultural que padecemos.
*Apoyar procesos de despatriarcalización mostrando el papel de las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad especialmente en aquellos que parecen solo desarrollados por hombres.
Contribuir a mostrar que la cultura comunitaria y participativa es una riqueza histórica de los países, y no se puede renunciar a ella.

Además de digitalizar es imprescindible:

Una difusión expandida.
* Un debate amplio y plural.
* El contraste con experiencias actuales.

Mostrando:

* La importancia de la digitalización para toda la comunidad no solo para expertos.
* Qué la misma permite acceder a más información.
Más información genera más conocimiento.
* Mayor conocimientos enriquecen los debates. 
* Ricos debates posibilitan la elaboración de nuevas propuestas.
* Nuevas iniciativas benefician a toda la comunidad.

Comentarios

Juanfer Puebla Tejerina ha dicho que…
Muy interesante, Rubén. Digitalizar todos esos documentos sería un paso muy importante para la recuperación histórica de España.
Muchas gracias compañero. Abrazo
Mariana Fossatti ha dicho que…
¡Excelente! Ha aquí el sentido de este ejercicio, que sintetizas perfectamente. Digitalizando para abrir los archivos podemos explorar la riqueza de la historia, facilitando que los archivos sean mirados desde otras miradas.

Por ejemplo, la historia de estas asociaciones obreras, su enorme repercusión, la participación de mujeres, nos hablan de un pasado diferente del que conocemos, casi insospechado.
Muchas gracias Mariana, ha sido un placer participar en el curso, aprender, compartir y volver a ver la importancia de los procesos para conseguir los mejores resultados.

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