#CómeteElPeridismo: mi relato

Artículo para Cambio 16.

Es complicado escribir sobre un tema en el que has estado especialmente implicado, difícil valorar con la distancia y el aire suficiente. Como indica el periodista  y escritor Rafael Reig hay que reivindicar la subjetividad y más en momentos tan complejos como los actuales. El colaborador del Suplemento Cultural de ABC, y profesor del Hotel Kafka, fue el primero en intervenir en el encuentro “Cómete el periodismo”, tras las presentaciones y bienvenida de rigor.  La jornada es continuación de otra, ya comentada en estas páginas, celebrada el pasado mes de marzo “Cómete la cultura”  a iniciativa de la Asamblea Popular de Austrias 15M con la singularidad de que la ahora reseñada ha sido promovida desde Internet. Expansión y diversidad como notas predominantes, por los temas debatidos y  por los cocineros y cocineras encargados de hacerlo viable.

Como en los grandes acontecimientos los primeros en comparecer fueron los versados en el tema a tratar y los que tienen algún interés más concreto. Complicado el papel de Reig como telonero. Como buen profesor utilizó con sabiduría el humor para ilustrar sobre la compleja situación en la que se mueven profesionales y medios. Comienzo tibio, con cierto nerviosismo no oculto por parte de la audiencia, final apoteósico. “Opinar para no decir nada” comentó es una de las trampas del periodismo para continuar afirmando “estamos haciendo playback para no arriesgarnos a no tener razón”. Señaló que la relevancia de una noticia depende más del lugar donde se produce, que de la noticia en sí misma. “Un accidente de ferrocarril con cien muertos en Estados Unidos es portada, si ocurre en Bombay ocupa un mínimo espacio en cualquier página”. Reivindicó a Cervantes “hay que escribir como si uno fuera libre, siendo consciente que no lo somos”. Cuando afirmó “hay mucho periodismo de queja y poco de denuncia” hurgó en uno de los temas candentes de la información actual. Hizo hincapié en que muchos medios que se autodenominan de izquierdas, son menos de izquierdas de lo que dicen o que la prensa neoliberal es simplemente burguesa. Explicó que muchas informaciones publicadas en El País referentes a Bolivia o Venezuela provienen de Washington, para concluir que los medios no se puedan cambiar desde dentro, “no soy dentrista”, recalcando que “para ser flexibles en la táctica hay que tener una estrategia clara”, su intervención dio paso a un debate dinámico, polémico y gratificante.

Pausa para café y bizcocho casero, a 1,50 € para cubrir los gastos de organización, y primera mesa redonda: “¿Cómo se cocinan las noticias?” con la participación de Javier Gallego “Crudo” (RNE - Radio 3), Virginia P. Alonso (directora adjunta de 20minutos), Fernando Olmeda (ex editor de informativos de Tele 5 y Telemadrid) y Juanlu Sánchez (cofundador de Periodismo Humano y subdirector de eldiario.es) visión amplia y plural sobre los medios que se podría catalogar como “convencionales”. El responsable de Carne cruda desmenuzó una noticia con ironía y sarcasmo ataviado de delantal y cuchillo. Olmeda hizo lo propio a partir de diez hashtag o etiquetas: #sharekrishna #churrería #decarril #lovegoogle #aldictado #impactotv #bikinisi-paterano #yeswecan #elenemigoencasa y #hombreanuncio. Intervención valiente, rigurosa y decidida. La directora de la edición digital del diario gratuito hizo especial hincapié en la honestidad y la ética, argumentando que el código deontológico “es el que cada uno lleva dentro”, Sánchez puso de manifiesto que los medios cada vez forman menos opinión, comentando el peligro que tienen las audiencias a la hora de elaborar las noticias. Debate profundo, con muchos matices, en una sala al completo que dio paso al menú del día: 4,00 €. Comida senegalesa, elaborada y servida por integrantes de una asociación de emigrantes cuya recaudación fue destinada a financiar la misma.

Tras la alimentación física turno para “Nuevas recetas de periodismo”. Dos iniciativas surgidas al amparo del 15M; el periódico Madrid 15M, financiado íntegramente por las asambleas de los diferentes barrios con una tirada de 40.000 ejemplares y TomaLaTele, televisión a la carta colaborativa, compartiendo mesa con Attac, movimiento que intenta influir con sus reflexiones y aportaciones a los diferentes movimientos sociales, organizaciones políticas y sindicales. Las primeras palabras del representante de la asociación creada en Francia, fueron de satisfacción al observar un sitio totalmente abarrotado en un domingo auténticamente veraniego, “esto hace quince meses hubiera sido imposible”. Junto a ellos la periodista Leila Nachawati que enumeró las razones de Global Voices,  agencia de noticias que da voz a miles de voces de todo el mundo en múltiples idiomas, donde la labor de voluntarios, blogueros y tuiteros es fundamental, un compromiso con lo escasamente reseñable. Finalizó Darío Adanti fundador de la revista Mongolia, protagonizó un particular quilombo para tratar con rigor las noticas en clave de humor “para lo cual es imprescindible tener próximo un abogado”. En el debate se puso de manifiesto la dificultad de elaborar un periodismo de calidad, libre e independiente, en la situación económica actual, con regulaciones, despidos y recortes continuos.

Antes de concluir tuvo lugar una particular “Cata de medios”. Taller para analizar noticias relevantes e irrelevantes. Líneas editoriales, informaciones provenientes de gabinetes de comunicación, de departamentos de marketing y relaciones públicas. Papel de los anunciantes. Consejeros editoriales e interrelaciones empresariales. Conglomerados económicos familiares y deudas financieras fueron los temas abordados en un debate apasionante que a muchos les supo a poco.

Una jornada intensa que concluyó con un monólogo de Fito Vázquez “Periodismo; almax, corazón y vida”. Broche magnífico para una jornada para cargar energía, adquirir conocimientos, valorar con más rigor a medios y profesionales. Pluralidad de planteamientos,  puntos de vista diversos y muestra visible de que en calles, plazas y espacios públicos se están cocinando exquisitos manjares accesibles para todos. Escuelas y universidades surgidas desde y para la ciudadanía donde todos enseñan y todos aprenden, signo de los tiempos en los que vivimos. Una iniciativa con un coste cercano a los 400 € sufragado por los asistentes. 

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