Construir puentes de diálogo en el Estrecho

Cualquier excusa es buena para venir a Tánger. Este viaje tenía motivos más que justificado. La red Española de la Fundación Anna Lindh nos ha invitado a participar en el encuentro “Construir puentes de diálogo en el Estrecho”.

Durante tres días unas sesenta personas hemos estado debatiendo sobre el tema. Gestores culturales, periodistas, representantes de instituciones, fundaciones, ONGs… de Marruecos y España poniéndonos al día de la labor que hacemos y viendo las posibilidades de trabajos en común.

En tiempos de incertidumbres, por la crisis, y cuando algunos buscan crear problemas donde no los hay, fomentando con sus comentarios y manifestaciones, el recelo para los no nacidos ente nosotros, este tipo de encuentros tienen más valor que el que a simple vista se puede vislumbrar.

En los debates, pasa como en cualquier cita similar, ha habido de todo y es pronto para hacer una valoración rigurosa. Lo que sí se puede afirmar es que ha sido una oportunidad única para conocer a gente que está realizando proyectos muy interesantes y a otras que sin estar tan involucradas en tareas de cooperación cultura aportan desde otras experiencias conocimientos y datos que enriquecen a todos.

Poder hablar con personas como Domingo del Pino, posiblemente uno de nuestros periodistas que mejor conozca la realidad marroquí, no hay que olvidar que ha vivido veinte años en Tánger, junto a otras personas que apenas sobrepasan las dos décadas de edad, supone una riquísima experiencia de la que todos aprendemos.

Sin entrar en detalles, comentar que Yolanda ha plasmado en poco más de diez minutos nuestra filosofía y las actividades que realizamos en el país vecino desde el 2005. Para concluir con una filosofía sobre buenas prácticas en la gestión cultural. Cuando escuchas sus palabras y la reacción de una buena parte de los asistentes te sale cierto orgullo sano por haber empezado a desarrollar una labor en la que nadie creía.

En otra entrada comentaré como se ha vivido en este lado del Estrecho el Madrid-Barça o la manifestación del Movimiento 20 de febrero que nos hemos encontrado por casualidad paseando por el Boulevard Pasteur. Tengo la impresión que este viaje va a ser más interesante de lo esperado.