La mítica Sala Rock Ola reabre en Madrid

Un par de carteles de los ochenta de la mítica sala Rock Oka.
Un par de carteles de los ochenta de la mítica sala Rock Oka.
Entrevista publicada el pasado jueves en El Asombrario 
Con alguna corrección sobre el nombre de la antigua sala 
aportada por algunas personas que leyeron la noticia en ese medio. 
Gracias.
Fue sin duda uno de los ‘templos paganos’ de los primeros años de la década de los ochenta, junto a La Bobia, La Vía Lactea o el Penta. Si Nueva York tenía La Factoría, Madrid tenía el Rock Ola. Este fin de semana abre sus puertas en Madrid una nueva sala, con idéntico nombre. Ska e ‘indie’ español para huir de la plaga ‘reggaeton’. Hablamos con Pepo Perandones, histórico programador en salas de la noche capitalina, y uno de losnombres claves detrás de esta iniciativa.
Cientos de artistas dieron sus primero pasos en el escenario situado en aquel local en la calle Padre Xifré. También en el del Marquee que echó a andar un poco antes en el mismo lugar, como disfrutamos con el concierto de los U.K. Subs, aquel abril de 1981. La banda británica volvió a visitarnos hace unos meses a la sala Wurlitzer Ballroom, al ladito de la Gran Vía.
Tocar allí era dar un paso de gigante en unos momentos donde todos parecían anhelar ser artistas. Depeche Mode o Simple Minds protagonizaron en aquel escenario sus primeras presentaciones entre nosotros.
La sala estaba relativamente cerca de mi barrio y allí tuve la ocasión de ver algunas de las actuaciones de las que guardo mejor recuerdo: Mamá, V2 Berlín, Gabinete Caligari, Hornadas Irritantes, Seres Vacíos, Los Nikis, Parálisis Permanente, B-Movie, Classix Nouveaux, Siouxsie and The Banshees o Pedro y Pablo, dúo singular formado por el malogrado Pedro Reyes y el irrepetible Pablo Carbonell, entre otras muchas. Era lo bueno de tenerla cerca y de que Pepe, el portero, fuera vecino y su hermano, compañero de equipo de fútbol.
Antes de ser Rock Ola, fue Top Less y Picadilly.  Por esta última también desfilaron algunos de los grupos nacionales más reconocidos de los sesenta y setenta como Los Canarios de Teddy Bautista o Cerebrum. En sus últimos tiempos hacían temporada Tip y Coll y artistas de variedades. Aquel espacio, que forma parte de la historia musical de varias generaciones, en la actualidad está ocupado por la tienda de barrio de una gran superficie.
Detrás del nuevo Rock Ola se encuentran algunas de las personas que ya estuvieron en la primera. Una de ellas es Pepo Perandones, histórico programador de la noche capitalina. Algunas de la salas que ha programado, en solitario o junto a Lorenzo Rodríguez -hoy en Barcelona dedicado a la restauración mexicana- han sido Autopista, Astoria, Universal Sur, Aqualung o El Tempo de El Gato, donde en su minúsculo escenario tocaron por primera en vez en Madrid Duncan Dhu, además de la Sala Arena, en la calle Princesa, donde sigue en la actualidad. Con él hemos conversado para que nos cuente algunos detalles sobre esta nueva iniciativa.
Vuelve Rock Ola. ¿Viene a cubrir un espacio, una necesidad, o forma parte de esa nostalgia cultural que caracteriza a la sociedad en general y a la madrileña en particular? Cosa que está muy bien por otra parte.
Una mezcla de las dos cosas: es necesario un sitio que acoja a cuarentones, cincuentones, incluso sesentones, con los hijos ya criados que siguen aficionados a la música y que no tienen donde ir. Existen sitios donde se pueden bailar boleros y tangos, pero no hay ningún lugar donde se puedan dar unos pasos de ska. Ya toca.
¿Qué nos vamos a encontrar? 
Dejo muy claro siempre que la sala tiene mucha menos envergadura que la original, escenario bajo, techo bajo, pero diáfana y superagradable, podría ser un garito neoyorkino. El aforo es de 300 personas para conciertos y 500 para discoteca.
Rock Ola surgió en un momento muy concreto en la ciudad; por primera vez un alcalde de izquierdas desde la Segunda República. Ahora surge con una mujer progresista tras dos décadas y media de gobiernos conservadores en la ciudad. ¿Es casualidad? ¿Hay similitudes?
Pues no… Además, vamos a ser bastante más conservadores. ¿Quién necesita ahora escupir a los grupos?, ¿o encontrar hipodérmicas en los lavabos? El grupo con el que inauguramos es Chelo Submarine, que hacen elegantísimas versiones de música española de la época, con dos chelos, percusión, teclados… Con esto te lo digo todo. Además, vamos a compensar a la música española poniendo mucha, ya que en el Rock Ola original no se ponía prácticamente nunca; éramos muy cosmopolitas entonces…
En aquellos años, cualquiera podía ser protagonista, los 15 minutos de fama que decía Andy Warhol. Un cierto caos o desorden perfectamente organizados. Todos buscándose la vida para desarrollar sus ideas (sellos discográficos propios, tiendas de discos, fanzines, salas de exposiciones…). Ahora está todo más institucionalizado/regulado, también los circuitos musicales. ¿Rock Ola volverá a ser un sitio donde todos puedan presentar sus proyectos artísticos o solo aquellos que son viables/visibles?
Claro, de hecho muchos de los fotógrafos de la época quieren exponer ahí. Yo mismo haré una exposición de los carteles que diseñé para la sala, y estoy abierto a cualquier propuesta contemporánea.
¿Cuáles serán, en líneas generales, las condiciones para que un artista pueda ser programado?, ¿o simplemente será necesario alquilar la sala?
Noooo… Elegiremos muy bien, evitando hip-hop, rap, heavy, metal, electrónica, shakiros, beyoncies, etc… Para eso hay cientos de salas en el país.
Hace unos días estuve en InterRAPción, en Mejorada del Campo; participaban nueve artistas, conocía solo a dos. Cuando salió al escenario uno de ellos fue un acontecimiento. La gente estaba enloquecida. Indagué sobre dicho artista. Tiene 17 años, sus vídeos tienen de media siete millones de visitas. ¿Nos estamos olvidando del público más joven -el que debe tomar el relevo- y programamos sólo para un público de treinta para arriba?
Los grupos indies por supuesto que sonarán en la cabina; por cierto, habrá cabina de pincha; nada de pinchar en escenario: Xoel Lopez, Leon Benavente, La M.O.D.A….
¿Cómo crees que se puede hacer para que el público más joven acuda a las salas de música en vivo?
Rebajando esa barbaridad de 21% en cultura y hostelería…
Por cierto, ¿con qué edad estará permitida la entrada a los conciertos?
Habrá que mirarlo, ten en cuenta que la nueva ley de menores solo permite su estancia durante el concierto, y es dificilísimo controlar que no beban alcohol. En la Sala Arena, que sigo programando actualmente, he visto a parejas con bebés en conciertos de trashmetal… Me parece una barbaridad.
¿Rock Ola será un espacio solo para el pop y el rock, o tendrán cabida propuestas como el flamenco, las músicas mestizas, performances… incluso teatro, cine y fotografía?
De flamenco nada, ya tienen sus sitios, músicas mestizas tampoco, performances y demás sí, ¿por qué no?
Rock Ola fue sobre todo un carnaval que duró un lustro. ¿Es posible recuperar esa frescura, esa espontaneidad?
Las circunstancias no son las mismas. Rock Ola supuso la revolución de los niños pijos, pijos pero no fachas, hartos de cansautores y de “a desalambrar a desalambrar…”; surgió al grito de “ahora toca divertirse”.
Más que una sala fue un punto de encuentro; ibas y siempre había alguien conocido. ¿Puede volver a serlo?
Me encantaría.
¿Habrá carnet de socio, como antaño, para los más asiduos con algún tipo de ventajas?
El antiguo de socio servirá para los conciertos que no sean de pago, el de barra libre no. (Risas).
El público muchas veces se queja del trato recibido en determinadas salas (accesos, retraso en el inicio de los conciertos, calidad de las bebidas…). ¿Cómo se va a cuidar al público?
El público está para eso, para quejarse… Y hace casi 40 años que el garrafón dejó de ser negocio…
Uno de los primeros concierto será el de Mamá, el mismo grupo que inauguró el Marquee madrileño, embrión de Rock Ola. ¿Es casualidad? ¿Una especie de talismán?
Me encantan Mamá. José María Granados sigue siendo para mí uno de los mejores compositores del país. Su concierto será el viernes 11 de noviembre, pero no será el primero, antes habrá más cosas.
La entrada para ese concierto es de 8 €. ¿Habrá política de precios o decidirá cada promotor?
Siempre intentaremos que sean baratos.
¿Cómo incide el IVA y la SGAE en los precios?
Incide todo… Es una barbaridad.
Después de los conciertos, ¿habrá sesión de pincha-discos o de Djs? 
Tú lo has dicho: pinchadiscos; nada de Djs… Seremos mi hermano Magin Perandones, pincha residente del Rock Ola original, una gozada, y yo mismo. Por cierto, detrás de la cabina habrá un cartel que diga: “Contra el vicio de pedir, la virtud de escuchar”. 
¿Cómo será el acceso tras los conciertos? ¿Entrada? ¿Invitación? ¿Carnet?
Las tres opciones, entrada con consumición, sobre todo.
¿Hasta qué hora? ¿Todos los días?
Por ahora, viernes y sábados hasta las 5.30.
¿Habrá fiesta rojiblanca, si el Atleti gana la Champion?
(Risas). Habrá que ver…, pero yo estaré borracho y llorando, esta vez de alegría merengones, en Neptuno.
El nuevo Rock Ola inicia este fin de semana su nueva andadura en Madrid. En la calle José Abascal 8, semiesquina con Santa Engracia.

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