Artículo de opinión en el último numero de Ritmos del Mundo sobre el "II Foro de Músicas Populares"
Foro de las Músicas Populares
Coincidiendo con la vigésima edición del Mercat de Música Viva de Vic tendrá lugar el II Foro Estatal de las Músicas Populares, organizado por el INAEM. Siempre es de agradecer este tipo de iniciativas que ayudan a sistematizar de alguna manera el carácter desordenado en el que se mueven nuestras músicas populares.
Este tipo de jornadas deben de servir para romper los tópicos y marcos que intentan mostrar una única realidad. La apertura a todos los sectores implicados permitirá un resultado positivo. Si sólo están presentes los que siempre pretenden sentar cátedra, los que promueven la aculturización fomentando el relativismo cultural, el fracaso será evidente.
Nuestra música no son sólo las discográficas, los grandes festivales, los macroconciertos, los eventos institucionales y/o la piratería. La misma se nutre de múltiples iniciativas de colectivos y empresas minúsculas, independientes, que promueven la mayoría de las actividades que se realizan. Más del 75% de lo que se edita discográficamente no está en las estanterías de las tiendas. El 80% de la música que se escucha en el mundo no está determinada por la industria musical. Más del 70% de los conciertos que se realizan en nuestro país son realizados por promotores independientes. La concentración mediática y cultural generadora de múltiples despidos, no impide que cerca de seis millones de personas trabajamos en estos sectores en Europa.
Globalización versus diversificación son los términos antagónicos donde nos movemos. Las nuevas tecnologías están redefiniendo toda nuestra labor. La cultura en red es la alternativa a monopolios y uniformismos. Creación de arquitecturas comunes, reciprocidad en la comunicación e instauración de estructuras interconexionadas no es lo habitual entre los que defiende un marco único, el suyo, pero es la realidad de los movimientos independientes, dando forma a una interactividad cultural que promueve la diversidad cultural, el desarrollo de propuestas innovadoras, la aparición de nuevos talentos y el encuentro con nuevos espectadores.
La gestión independiente es la mejor garantía de resistencia ante industrias e instituciones, animando a la disidencia para mostrar esa diversidad e incidiendo ante instituciones e industrias para que reconozcan la pluralidad y riqueza musical, y cultural existentes. Cualquier foro, encuentro o legislación que se precie debe reconocer esa labor. También tiene que sistematizarse la labor de aquellos que promueven valores y premisas, por encima de la lógica rentabilidad económica. La marca “excelencia musical” debe regularse. Lo acontecido este verano con la proliferación de festivales de todo tipo, sin control real de contenidos, infraestructuras y seguridad no pueden oscurecer a aquellos encuentros donde la calidad y seguridad prevalecen. Artistas y espectadores deben gozar de las mejores garantías para el disfrute de todos.
Bienvenidos sean todos los encuentros musicales que se produzcan. Sólo la presencia de todas las partes implicadas y el reconocimiento de la labor de los más frágiles de la cadena, garantizaran los resultados. De lo contrario será un guiño exclusivamente publicitario, sin ningún fondo. Esperemos que esta vez este Foro sea el bueno.
Coincidiendo con la vigésima edición del Mercat de Música Viva de Vic tendrá lugar el II Foro Estatal de las Músicas Populares, organizado por el INAEM. Siempre es de agradecer este tipo de iniciativas que ayudan a sistematizar de alguna manera el carácter desordenado en el que se mueven nuestras músicas populares.
Este tipo de jornadas deben de servir para romper los tópicos y marcos que intentan mostrar una única realidad. La apertura a todos los sectores implicados permitirá un resultado positivo. Si sólo están presentes los que siempre pretenden sentar cátedra, los que promueven la aculturización fomentando el relativismo cultural, el fracaso será evidente.
Nuestra música no son sólo las discográficas, los grandes festivales, los macroconciertos, los eventos institucionales y/o la piratería. La misma se nutre de múltiples iniciativas de colectivos y empresas minúsculas, independientes, que promueven la mayoría de las actividades que se realizan. Más del 75% de lo que se edita discográficamente no está en las estanterías de las tiendas. El 80% de la música que se escucha en el mundo no está determinada por la industria musical. Más del 70% de los conciertos que se realizan en nuestro país son realizados por promotores independientes. La concentración mediática y cultural generadora de múltiples despidos, no impide que cerca de seis millones de personas trabajamos en estos sectores en Europa.
Globalización versus diversificación son los términos antagónicos donde nos movemos. Las nuevas tecnologías están redefiniendo toda nuestra labor. La cultura en red es la alternativa a monopolios y uniformismos. Creación de arquitecturas comunes, reciprocidad en la comunicación e instauración de estructuras interconexionadas no es lo habitual entre los que defiende un marco único, el suyo, pero es la realidad de los movimientos independientes, dando forma a una interactividad cultural que promueve la diversidad cultural, el desarrollo de propuestas innovadoras, la aparición de nuevos talentos y el encuentro con nuevos espectadores.
La gestión independiente es la mejor garantía de resistencia ante industrias e instituciones, animando a la disidencia para mostrar esa diversidad e incidiendo ante instituciones e industrias para que reconozcan la pluralidad y riqueza musical, y cultural existentes. Cualquier foro, encuentro o legislación que se precie debe reconocer esa labor. También tiene que sistematizarse la labor de aquellos que promueven valores y premisas, por encima de la lógica rentabilidad económica. La marca “excelencia musical” debe regularse. Lo acontecido este verano con la proliferación de festivales de todo tipo, sin control real de contenidos, infraestructuras y seguridad no pueden oscurecer a aquellos encuentros donde la calidad y seguridad prevalecen. Artistas y espectadores deben gozar de las mejores garantías para el disfrute de todos.
Bienvenidos sean todos los encuentros musicales que se produzcan. Sólo la presencia de todas las partes implicadas y el reconocimiento de la labor de los más frágiles de la cadena, garantizaran los resultados. De lo contrario será un guiño exclusivamente publicitario, sin ningún fondo. Esperemos que esta vez este Foro sea el bueno.
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