Groove lisboeta en la noche pirinaica


La noche del lunes deportó otra de las sorpresas que año tras año nos muestra el festival. Las Tribus Ibéricas volvían a mirar a Portugal, tras la apertura protagonizada por Rão Kyao. Era una propuesta totalmente diferente a la del multiinstrumentista luso, pero muy efectista. Una formación donde DJs, scratches, samplers y sintetizadores son fundamentales, pero también lo son teclados, guitarra, bajo y batería, ejecutada con maestría y contundencia por Ferrano, integrante de Baraka Som Sistema. No es el único que forma parte de otra formación, es más, Orelha Negra puede calificarse como una banda de bandas. Otro de sus componentes, Mira, estuvo en Pirineos Sur en el año 2005 como miembro de Cool Hipnoise. También forma parte del grupo Sam The Kid, uno de los raperos más inquietos del país vecino.


Durante hora y media desarrollaron una propuesta musical arrolladora. Un groove que destapó los tímpanos de un público entregado a las remezclas sensuales del grupo lisboeta, compacto y contundente, repleto de excelentes ideas que dispararon sin respiro para regocijo de espíritus iconoclastas. Scratches y remezclas de Beyonce, Beatie Boys, Chemical Brothers, Michael Jackson o Prodigy en una sesión de quince temas, donde música y baile caminaron a la par en una noche que la climatología respetó al numeroso público que llenaba completamente el espacio escénico de Los Mercados del Mundo en Sallent de Gállego.


Pirineos Sur volvió a mostrarse como un festival plural, diverso e innovador, donde todos los estilos musicales pueden y deben mostrarse. Una mirada más allá de lo evidente, característica que le diferencia de otras citas similares.


La mirada a las Tribus Ibéricas de este año es el mejor ejemplo, digna continuadora de la historia de un evento que festeja sus veinte años de la manera que sabe hacerlo; mostrando la diversidad musical existente por encima de modas y convencionalismos.

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